Un diálogo entre las artes, las ciencias sociales y las humanidades para pensar la ciudad. Una exploración sobre formas de acción, pensamiento e intervención crítica urbana y desarrollar proyectos colaborativos en la ciudad. Éstos son los objetivos de Una ciudad, muchos mundos, un programa de Intermediae-Matadero que financia proyectos de creación e investigación.
Este espacio de producción artística lanzó el pasado abril una convocatoria para seleccionar proyectos, y escogió seis propuestas. Entre ellas se encuentran dos vinculadas con equipos de Tangente: Pandora Mirabilia y Dabne – Asociación La Trastería de Ideas. Los proyectos se desarrollan entre mayo de 2015 y 2016 y sus propuestas y reflexiones se compartirán en una publicación y en una presentación pública.
¿Qué tipo de iniciativas propone Una ciudad, muchos mundos? Entre los proyectos seleccionados encontramos propuestas que mezclan arte, investigación social e intervención urbana. Así, el proyecto Mercado habitado, desarrollado por la Oficina de Urbanismo Social, se propone abrir un proceso participativo en el mercado de San Fernando (barrio de Lavapiés) para evaluar su capacidad para crear economías alternativas, e interrogarse por las transformaciones sufridas por los mercados. Por su parte, Diálogos Electro Flamencos, proyecto de Santiago Barber y Zemos98, pretende poner en diálogo a agentes culturales y sociales de Madrid a través de las letras y cantes flamencos.
Toma(r) Madrid, de Mafe Moscoso y Susana Moliner, trabaja con un grupo de adolescentes y cuatro artistas para preguntarse sobre los conocimientos que se producen fuera del espacio de la escuela. Y Rarizando la ciudad, del colectivo las Raras, pretende desdibujar y desplazar los límites de la normalidad a través de una investigación participativa con multiplicidad de colaboradores y agentes.
En cuanto a los proyectos elaborados por personas de Tangente, tenemos a Login – Microemprendimiento creativo de mujeres, desarrollado por Eva Calavia y Marga Padilla. Se trata de un proyecto de investigación que parte de la hipótesis de que el microemprendimiento de mujeres tiene unas características especiales derivadas de la socialización de género. Para poner a prueba esa hipótesis utilizan la metodología de Login, un recorrido en el que se visitan diferentes experiencias a partir de un hilo conductor. En total, se harán tres Logins: “El primero ha seguido el hilo conductor de proyectos de emprendimiento que tienen que ver con los cuidados. En el segundo hablaremos de la importancia de los grupos en el emprendimiento, y el tercero versará sobre conocimiento y creatividad”, explica Marga Padilla.
Por su parte, Pandora Mirabilia ha propuesto La tribu en Arganzuela, un proyecto de investigación y creación que nace a partir de la pregunta: ¿cómo se cría en el barrio de Arganzuela? “¿Cómo nos lo montamos para hacerlo? ¿Con qué recursos contamos?¿Es posible compartir la crianza más allá de los domicilios y las redes personales? ¿Disponemos de espacios comunes y públicos para hacerlo?” son algunas de las preguntas que se lanzan en la investigación, según Irene García, de Pandora Mirabilia. El proceso es desarrollado por un grupo de trabajo compuesto por personas interesadas en el cuidado de niñas y niños y en la crianza. “El objetivo es hacer un mapeo de los recursos y necesidades del barrio, y elaborar toda una serie de propuestas para hacer un barrio más acogedor para la crianza, utilizando metodologías creativas y elaborando un programa de radio”, explica García.
Además de desarrollar sus propuestas, los proyectos se reúnen periódicamente para compartir sus experiencias y buscar cruces y alianzas. La convocatoria cuenta además con dos tutoras que asesoran, acompañan y ayudan a las y los participantes y les proponen iniciativas compartidas. Así mismo, han puesto en marcha una biblioteca online en el proyecto Bookcamping en la que comparten textos y bibliografía.
Puedes infórmate de la evolución de los proyectos en el blog de Intermediae dedicado al proyecto.