Tras más de una década y media de andadura, la Fundación Aldaba, que se dedica a la protección de las personas más vulnerables, ha decidido elaborar una hoja de ruta para los próximos cuatro años. Revisar sus principios y valores, definir sus prioridades y establecer qué tipo de entidad quiere ser. Para ello ha puesto en marcha la realización de un Plan Estratégico, con la ayuda de las cooperativas de Tangente Andaira y CSE.
¿Qué es un Plan Estratégico? Lorenzo Casellas, de CSE, nos explica que se trata de un mapa que dibuja el horizonte de una organización. “Lo importante de un Plan Estratégico es el horizonte de futuro. En vez de ir a lo concreto, es un ‘hacia dónde’, una mirada al futuro. No es tanto los pasos a dar sino el lugar al que queremos tender”. De este modo, elaborar un plan “implica revisar la misión, visión y valores de la organización, ver si se adecuan a lo que queremos o tenemos que actualizarlos”.
¿Qué pasos hay que dar para elaborar un Plan Estratégico? En primer lugar, hay que definir las prioridades estratégicas de la organización. En el proceso que están llevando a cabo en la Fundación Aldaba, han elaborado un documento con diez frases que sintetiza estas prioridades. “A partir de ahí”, explica Casellas, “se sacan objetivos para poder comprobar que efectivamente se está siguiendo ese camino, y luego se establecen acciones. El plan es el marco en el que cada año se establecen los pasos a dar, las cuestiones en las que se va a centrar la organización”.
La metodología para elaborar el plan implica, según Casellas, dos premisas: “Por un lado, implicar al mayor número de gente posible de la organización; y, por otro, que cada persona sepa muy bien qué parte desempeña en la elaboración del plan”. En el caso de Aldaba, han realizado talleres con personas trabajadoras de la Fundación para recoger propuestas; una jornada de deliberación con personas que desempeñan puestos de liderazgo, y finalmente una sesión de enfoque con el Patronato. Como señala Lorenzo, “cada agente tiene un papel distinto, y se esperan cosas distintas de él”. A partir de ahí, CSE y Andaira han elaborado un documento básico que se revisará con diferentes aportaciones y que se completará con objetivos, acciones concretas, etc. La finalidad última de un Plan Estratégico es alcanzar las metas fijadas, que pueden ser crecimiento económico, humano, medio ambiental o tecnológico.
La utilidad de un Plan Estratégico, en definitiva, reside en que “es una brújula que te ayuda a orientarte, te ayuda a saber qué hacer en cada momento”, concluye Casellas. “Es una herramienta que te ayuda a tomar decisiones concretas, como decidir si hacer un proyecto o no, o desarrollar un área de la organización o no”.