Durante estos días se celebra en Madrid la COP25, la reunión anual de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que este año tiene por objetivo mejorar y comprometerse a cumplir el denominado Acuerdo de Paris, el sucesor del Protocolo de Kioto. ¿Qué tiene esto que ver con el Balance Social que pone en marcha la red de Redes de Economía Alternativa y Solidaria (REAS) a través del proceso de auditoría social en la que participamos desde su implantanción? ¿Y con el mundo cooperativo? La respuesta es sencilla: Somos parte de la solución.
París: Acuerdo vinculante pero sin sanciones en la COP25
Desde hace 25 años, las diferentes COP han intentado poner en marcha medidas vinculantes para mantener la temperatura media global por debajo de los 1,5º, al menos para los más ambiciosos. Para ello, los Estados debían legislar, principalmente, para que las corporaciones y grandes empresas disminuyeran sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmosfera, que son los principales responsables del calentamiento. Pero eso no ha ocurrido.
Y no ha sido hasta el año 2015 con el Acuerdo de Paris que los objetivos globales han pasado a ser vinculantes (obligatorios); no obstante, el acuerdo, que debe entrar en vigor en 2020, no contempla, de momento, sanciones para quienes incumplan lo prometido, aunque sí habrá un mecanismo de seguimiento para intentar garantizar que los compromisos se lleven a cabo. Compromisos que no se han cumplido hasta ahora.
Más allá de la COP25: Balance empresarial basado en el compromiso
Mientras tanto, las empresas que forman parte de REAS, que cuentan con un mecanismo de auditoria social para autoevaluarse y controlar que sus actividades cumplen la carta de principios de la economía solidaria, están, año tras año, cumpliendo sus compromisos según los resultados de esta herramienta que no sólo mide la sostenibilidad ambiental, sino que relaciona este principio básico junto a cinco más: equidad, trabajo digno, cooperación, compromiso con el entorno y sin fines lucrativos. Sin ir más lejos, este año 2019 han realizado la auditoria social un 19% más de empresas que el año anterior. Y no lo hacen bajo acuerdos vinculantes o ante la posibilidad de sanciones, sino ante el compromiso de transformación hacia una sociedad más justa. Porque son parte de la solución, desde el Grupo Cooperativo Tangente formamos parte de la economía social y solidaria.
Desarrollo sostenible en el ADN de las cooperativas
Al mismo tiempo, en la Agenda 2030 se reconoce de manera explícita que las empresas cooperativas juegan un papel esencial dentro del sector privado para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La Unión de Cooperativas de Consumidores y Usuarios de Madrid, UNCUMA, está estudiando cómo las empresas cooperativas madrileñas están implementando los objetivos de desarrollo sostenible, marcados por la ONU, asumiendo que las cooperativas son parte de la solución, gracias a sus principios y valores empresariales. De hecho, la negociación de acuerdos está en la base de la toma de decisiones, porque uno de sus principios es la horizontalidad. ¿Os imagináis una COP en la que participan Estados y solo empresas cooperativas, o sólo empresas de la economía social y solidaria?
El Grupo Tangente, como cooperativa madrileña, ha sido objeto de estudio para esta inviestgación cuyos primeros resultados pueden verse en este vídeo.
Nos adherimos a la Cumbre Social por el Clima
Y con este espíritu solidario, además de participar en la COP25 a través de nuestras entidades socias, como Altekio y Germinando, bajo diferentes fórmulas y paragüas, también nos adherimos al llamamiento de la Cumbre Social por el Clima, que está respaldada por más 850 entidades y organizaciones y cuenta con con más de 300 actividades entre el 7 y el 13 de diciembre tanto en la Universidad Complutense de Madrid como en el Espacio de Convergencia (Chueca). Su objetivo es visibilizar «la hipocresía de gobiernos que llevan décadas fracasando en las negociaciones climáticas».
La COP25, el Balance Social y el mundo cooperativo tienen mucho que ver. Porque somos parte de la solución.