Una investigación realizada por Grupo Cooperativo Tangente con la colaboración de la FRAVM (Federación Reagional de Asociaciones Vecinales de Madrid) y con el apoyo de la Fundación Daniel y Nina Carasso.

¿Cómo y bajo qué condiciones construimos resiliencia ciudadana para generar respuestas ágiles y solidarias ante una crisis de gran magnitud? ¿Qué aprendizajes podemos extraer para futuras situaciones de excepcionalidad en el marco de la crisis socio-ecológica y la emergencia climática actual?

Estas han sido las preguntas de partida de la investigación, a las que hemos ido dando respuesta con la colaboración de cien iniciativas de nueve comunidades autónomas (Cataluña, Andalucía, Castilla y León, Aragón, País Vasco, La Rioja, Galicia, Valencia y Comunidad de Madrid), con un peso más grande de representación de iniciativas madrileñas gracias a la colaboración de la FRAVM.

Ante catástrofes y situaciones excepcionales como la pandemia Covid19 no resulta factible una respuesta autosuficiente por parte de las instituciones. La agilidad, la flexibilidad y la capilaridad demostrada por las redes de cuidados y ayuda mutua les permitieron llegar de forma temprana donde no lo hacían las instituciones o el mercado.

Cita del estudio.
En las más de cien experiencias analizadas, las mujeres tuvieron una participación protagónica y el papel de la juventud resultó esencial. Casi el 90% de las redes funcionaron únicamente con fondos propios, gracias a donaciones de particulares y sin apoyo público, lo que no impidió que desplegaran una actividad de gigante. En mayo de 2020, cuando vivían su momento álgido, 76 iniciativas vecinales de la Comunidad de Madrid ayudaban con alimentos a unas 15.000 familias y 52.000 personas (46.000 de ellas en la capital), según datos de la FRAVM.

El objetivo del estudio es poner en valor y aprovechar los aprendizajes de la experiencia protagonizada por las redes de ayuda mutua surgidas durante la pandemia. Un ejercicio de memoria y balance de lo acontecido, donde se extraen pautas y patrones organizativos de éxito, se identifican prototipos replicables, se reconocen obstáculos, y se analizan las claves que permiten aumentar la resiliencia social ante las catástrofes. Una forma de anticiparnos e inspirar alternativas ante un futuro donde las situaciones excepcionales derivadas de la crisis ecosocial van a volverse recurrentes.

Las conclusiones de la investigación revelan cómo, ante la catástrofe, aparecen el altruismo y la empatía, se dan inesperados liderazgos anónimos y se reinventan sofisticados mecanismos de ayuda mutua. Como sabemos, la acción solidaria ante la Covid19 se materializó en múltiples formas: despensas de alimentos, ayuda a personas mayores, coordinación y derivación a servicios sociales, apoyo en trámites administrativos, canalización de donaciones de empresas, donación y préstamos de dispositivos tecnológicos, fabricación de mascarillas y EPIs, grupos de apoyo emocional o acompañamiento escolar, entre otros.