La Red de Economía Social Feminista ha comenzado a andar. Presentada durante el Congreso Internacional de Economía Social y Solidaria de Zaragoza y formada por diversos equipos, algunos de los cuales participan en Tangente, hace unas semanas convocó su primera reunión en Madrid. Hablamos con ellas sobre sus objetivos y sus perspectivas para el futuro.
¿En qué consiste la Red?
La Red de Economía Social Feminista surge del deseo de muchas entidades (algunas de las cuales se llaman feministas y otras no), con la idea de que nos tenemos que apoyar entre nosotras para tener más visibilidad, para ser más fuertes, para tratar de llegar a donde no llegamos solas y también para recordar que dentro de la economía social se siguen perpetuando muchos de los roles de género tradicionales. Tiene un interés estratégico, que es recordar que el feminismo sigue siendo necesario en todos los ámbitos, y un interés más práctico, que es que las entidades de mujeres nos hagamos más fuertes, nos visibilicemos más e intercooperemos entre nosotras.
¿Cómo surge la propuesta?
En un principio empezamos a darle vueltas desde el proyecto Driadas, vimos que teníamos la necesidad de crecer y nos preguntamos, ¿qué nos ayudaría? ¿Qué nos impulsaría? Estábamos tejiendo red para impulsar nuestros proyectos, y en ese contexto empezó a surgir la misma pregunta entre otras entidades, así que decidimos juntarnos. Las entidades que forman parte de la red en un principio son Punto Abierto, EcoEko, Trementineras y Driadas.
¿Qué pretendéis con la Red de Economía Social Feminista, qué os gustaría conseguir?
Nosotras tenemos la semilla y el germen, pero sabemos que necesitamos ser más fuertes, más grandes, que necesitamos más ideas. Para empezar, queremos localizar el proyecto en Madrid, que formen parte de él sólo entidades de mujeres que hayan emprendido en economía social, no consumidoras sino productoras, y por supuesto estar abiertas a más entidades. Ahora mismo necesitamos dotarnos de recursos materiales y humanos que todavía la red no tiene, así que cuantas más entidades seamos, más fácil será.
¿Qué oportunidades veis desde la Red en el momento actual?
Más que oportunidades lo que vemos son necesidades. Los proyectos de emprendimiento femenino y feminista tienen las patas muy cortas, en el sentido de que hay mujeres que emprenden con su pequeño grupo de colegas o amigas pero luego no están en red con otras mujeres, van teniendo necesidades y no saben cómo satisfacerlas. Queremos ofrecer un seguimiento y un apoyo que nosotras mismas hemos sentido necesario, pero que a lo mejor no te puede brindar nadie. Estamos apostando por esto vitalmente, de momento no tenemos ninguna financiación. Pero vemos que o a los proyectos productivos de mujeres con los que estamos trabajando se les apoya durante un plazo mínimo de un año, o mueren. La fortaleza de la Red de Economía Feminista será poder dar apoyo y seguimiento a otros proyectos productivos de mujeres que se vayan incorporando y también a los nuestros propios, a través del fortalecimiento en el intercambio y la intercooperación.
¿Cómo fue la presentación de la Red hace unas semanas? ¿Qué pasos vais a dar en el futuro?
Asistieron tres entidades de mujeres, una de ellas mixta; algunas de ellas muy incipientes, otras con una larga trayectoria. Vamos a empezar a andar juntas y a ver nuestras necesidades. Seguimos pensando en cómo queremos que sea la red. Por ahora hemos decidido que no queremos pagar cuotas, porque no queremos excluir a ninguna entidad; tampoco queremos que la red sea una sobrecarga de tiempo para nosotras. Lo que nos interesa es visibilizarnos, apoyarnos entre nosotras y ser más potentes. Estamos pensando en hacer alguna acción para visibilizarnos en la Feria del Mercado Social de Madrid, llevar camisetas como distintivo, por ejemplo. También queremos facilitar el acceso de todas las entidades de mujeres a través de un stand pagado entre todas, porque hay muchas que quiere estar en la Feria pero no pueden pagar un stand ellas solas.