La última edición de Ciudad Común concluyó con la idea de que la transición hacia otros modelos sociales y ambientales menos dañinos con las personas y el medio ambiente es absolutamente inaplazable y debe pasar por fomentar la resiliencia, en un contexto de crisis ecológica, el agotamiento de recursos y los sistemas sociales urbanos degenerados por la individualidad que caracteriza a las sociedades del siglo XXI.
Durante el encuentro, organizado por el Grupo Tangente en el marco de la VI Feria de Economía Solidaria, del Mercado Social de Madrid, participaron alrededor de 60 personas y cuatro ponentes que introdujeron el tema sobre el que íbamos a reflexionar: «Iniciativas comunitarias ante los retos ecosociales» en las ciudades. Así, en un formato de foro de diálogo abierto, las ciudadanía fue ocupando las sillas de las expertas para aportar sus propuestas y preguntas a un interesante debate que respondió a varias preguntas:
¿Cómo se conjuga el protagonismo social y la importancia de las políticas públicas?
¿Cómo se activa ecológicamente a los grupos socialmente vulnerables de nuestros barrios?
¿En qué medida resulta posible transformar las ciudades sin cambiar el modelo socioeconómico o urbanístico?
En el encuentro, observamos diferentes miradas para acercarnos a problemas comunes. Una de las principales conclusiones fue trabajar la resiliencia de las ciudades, es decir, fomentar la capacidad que tiene un conjunto social de componerse después de sufrir procesos que la alteran profundamente, tal y como señaló José Luis Casadavante, Kois (Garúa y Grupo Tangente). Para entenderlo mejor, estableció el paralelismo con un muelle, elementos que tienen la capacidad de volver a funcionar correctamente después de haber sido sometidos a una presión
Además, también se trataron temas que tienen que ver con la relación público-social. En este sentido, el delegado del área de Gobierno de Coordinación Territorial y Cooperación Público-Social, Nacho Murgui, señaló que esta relación es importante porque tiene que ver con la conexión que se establece entre la administración local y la sociedad civil organizada, donde ésta última se pone en valor y encuentra cauces para expresarse en condiciones óptimas y movilizar recursos para solucionar sus necesidades.
Por otro lado, se puso encima de la mesa la urgencia de transitar hacia otro modelo económico, de relación con la naturaleza y también entre las personas ante el contexto de crisis ecológica. En este sentido, fue Nerea Morán (Germinando y Grupo Tangente) quien señaló que este tipo de encuentros sirven para comenzar a pensar de qué manera vamos a poner en marcha esta transición inaplazable para que sea lo menos traumática posible.
Frente a este escenario de crisis ambiental y social, existen iniciativas en transición que han logrado sostener el equilibrio metabólico de las ciudades. La educadora ambiental María Sintes, contó su experiencia en Totnes, la cuna de este movimiento y aseveró que esta ciudad inglesa es una maqueta social que nos debe servir de inspiración para replicarlo en muchos otros lugares, desde lo hiperlocal e ir escalando poco a poco.
Con esta tercera edición de Ciudad Común, pretendemos generar conocimiento colectivo para adaptarnos a contextos que van a ser ecológicamente adversos y económicamente hostiles. Construir resiliencias es generar, anticiparse a lo que viene y reducir los umbrales de vulnerabilidad de nuestras comunidades locales.