En marzo, un pequeño pueblo navarro, Ollo, acogía un encuentro de entidades de economía social y solidaria. Una jornada dedicada a compartir conocimientos y experiencias que forma parte de un ambicioso proyecto dedicado a fortalecer la economía social y solidaria. Sandra Salsón, de la cooperativa Idealoga, e Inés Llinás, de Andaira, nos explican la trastienda de este proyecto.
¿En qué consiste el proyecto de Fortalecimiento de la Red de Economía Solidaria Española? ¿Quiénes forman parte de él? ¿Qué tipo de actividades vais a hacer?
El objetivo del proyecto es fortalecer la Red de Economía Solidaria Española, especialmente en Aragón, Cataluña, Madrid, Navarra y Euskadi, que son los territorios en los que participamos diferentes entidades de REAS. Para avanzar en este fortalecimiento nos hemos propuesto promover la defensa de los derechos socioeconómicos mediante la construcción de modelos económicos más justos social y ambientalmente.
Realizamos actividades en base a tres ejes: investigación sobre experiencias estatales referentes en economía social y solidaria; cuatro encuentros para favorecer el conocimiento e intercambio de experiencias y las capacidades del sector; y una publicación y evaluación final que recogerá las experiencias identificadas durante el proceso de investigación, desde un enfoque de derechos.
¿Qué entendéis por enfoque de derechos? ¿Qué puede aportar a la economía social y solidaria?
Tiene su origen en la ONU hace aproximadamente dos décadas y surge a partir de la necesidad de incorporar un enfoque de derechos humanos en la cooperación al desarrollo. Esta nueva perspectiva puso en el centro las necesidades de las personas y sus derechos. Este enfoque comparte con la economía social y solidaria el objetivo principal de situar la sostenibilidad de la vida en el centro.
Aplicar este enfoque nos está ayudando a acercar nuestro discurso a un lenguaje más comprensible para mucha gente, puesto que el lenguaje de los derechos humanos, sociales y civiles está más extendido que el de la economía social y solidaria. Por otra parte, nos ayuda a analizar las prácticas que desarrollamos desde la perspectiva de derechos, una mirada que enriquece y amplía el alcance de nuestro trabajo.
¿Qué tipo de experiencias estáis recopilando?
Estamos recogiendo experiencias muy variadas que trabajan en la consecución de derechos muy diferentes y que lo hacen además desde estrategias diversas. Por poner algunos ejemplos, la investigación incluye proyectos que tienen el derecho a la financiación y la redistribución de la riqueza como objetivo principal, proyectos que construyen el derecho a la alimentación y a la tierra en su trabajo cotidiano, iniciativas que sitúan el derecho a la ciudad en sus reivindicaciones fundamentales, experiencias que garantizan el derecho al trabajo tanto desde el emprendimiento colectivo como desde la inserción social y la recuperación de bienes… También tienen su espacio experiencias que trabajan en torno al derecho a la igualdad, a la justicia, a la energía, la información, la cultura, la educación, la vivienda, etc. En total son 59 iniciativas y experiencias que estamos seguras de que resultarán inspiradoras. Nosotras estamos disfrutando mucho al tener la oportunidad de conocerlas mejor.
Habéis realizado un encuentro en Navarra. ¿Cuáles son los siguientes pasos que vais a dar?
Por un lado estamos ultimando los textos de la publicación, que estará disponible en septiembre. La publicación se hará en formato web e incluirá también varios vídeos de algunas de las experiencias que nos han parecido más representativas. Ahora mismo estamos terminando de afinar los guiones para realizar las grabaciones durante el mes de mayo. Una vez terminadas, quedará todo el trabajo de diseño y programación de la web, que deberá estar lista para el último encuentro en Zaragoza, a finales de septiembre coincidiendo con la Feria de la Economía Social y Solidaria de Aragón.